Érase una vez un campesino. El hombre, aunque muy pobre él, poseía una pequeña finca donde tenia algunos animales, árboles frutales y un pequeño sembradío con el que alimentaba a su familia, a los animales y el pequeño excedente que le quedaba lo vendía en el pueblo, asi se hacia de un muy escaso dinero.
Trabajaba duramente aquel hombre, pero no tenía en su vida progreso alguno, por el contrario se veía cada vez mas pobre.
Todo en la finca se estaba arruinando, los frutales ya eran viejos y no podía renovarlos , las instalaciones resultaban obsoletas y estaban maltrechas, ni los cultivos ni los animales producian gran cosa, porque el enorme esfuerzo que el hombre hacía no alcanzaba para mejorarlos.
- ¡Hay mujer! - le decía a su esposa - La vida nuestra es un calvario. Todo es tan duro, tan dificil. Estoy tan cansado que no quiero seguir, mi cuerpo no da más. ¡Tantas horas en esa noria para sacar agua del pozo! Y después el resto del trabajo: Que los animales, que los sembrdos, que los frutales. ¡ Tanto esfuerzo siempre y para nada, cada día mas pobre nuestra vida!
La esposa lo miraba en silencio conmovida, y en un susurro quebrado por el llanto le dijo
- ¿ Que puedo hacer yo esposo mio?
- Nada mujer. ¿ que mas podrías hacer tú? Demasiado haces ya. Que los niños, que las aves, que el ordeñe. ¿ que mas puedo pedirte?
- Esposo mio. - Dijo la mujer acariciando la cabeza del hombre con ternura.
. Deberíamos usar nuestros ahorros para comprar un animal con el que puedas aliviar tu trabajo.
- ¡ No mujer - dijo el hombre - esos ahorros son para cubrir cualquier eventualidad es todo lo que tenemos, no podemos gastarlos.
- Si ya lo sé, pero si tu tienes ayuda tu trabajo rendiria mucho mas y en poco tiempo no solo que lo recuperariamos sino que además lo multiplicariamos.
- Creo que tienes razon, podriamos comprar un burro, aunque sea un poco viejo, porque nuestro dinero no es mucho, pero con poco seria mucha ayuda para mí.
-Así fue que el hombre terminó comprando el burro, un poco viejo pero aun sano como para trabajar.
El animal fue muy util para la finca, se encargaba de sacar el agua en el pozo, girando largas horas a paso lento a su alrededor y el hombre podía dedicar mucho tiempo mas al resto del trabajo. La propiedad comenzó a prosperar. Rápidamente recuperaron los ahorros invertidos en el burro y los aumentaron largamente.
Cierto dia, un vecino lindero llegó hasta la casa del hombre y le dijo, -vecino he venido a verlo porque decidi marcharme a vivir a la ciudad con mis hijos, estoy viejo ya y no quiero seguir trabajando en el campo, me duele mucho venderlo pero aliviaria mi dolor saber que quien se haga cargo de el lo hara con amor y voluntad de trabajo, por eso es que se lo ofrezco a usted, con el precio nos pondremos de acuerdo y tambien con la forma de pago, si es que usted esta interesado.
El hombre pidio unos dias para responder, lo consulto con su esposa y finalmente decidieron comprar la finca vecina, usaron para eso sus ahorros nuevamente y comprometieron un pago a largo plazo por el resto.
Estaban felices con su progreso pero en poco tiempo comprendieron que otra vez el trabajo era demasiado, el hombre nuevamente no daba mas de cansancio y otra vez la finca ahora mas grande se estaba deteriorando,
Ya no alcanza con lo que el burro hace, pero este viejo animal solo sirve para dar vueltas junto al pozo, necesitamos ponerlo en el arado, que labre la tierra, pero será imposible deberiamos comprar otro.
- No podemos, estamos endeudados y no nos quedan ahorros.
- Podriamos cambiarlo en el pueblo por otro burro mas joven y pagar la diferencia con las aves y las frutas - dijo la mujer,
- Tienes razón - consintio el hombre - otra vez tu consideración es sabia
Y asi fue el hombre al pueblo con su viejo burro de Noria, muchos le ofrecieron animales esplendidos pero el que lo convenció fue el Habil Mangueto dueño del diario del pueblo,
- tengo un candidato para reemplazar a tu viejo burro mañoso - dijo al hombre. - Es joven, reluciente, esta perfectamente sano y no tiene la maña de dar vueltas en torno al pozo, por lo que te servirá y pronto seras millonario, luego vemos como me pagas la diferencia, lo importante es que cambiemos ese burro viejo por el nuevo, lo que necesitamos es cambiar
- dijo el poderoso mangueto al pobre campesino, que pronto le creyo, por esa consideración que la gente humilde tiene muchas veces por los poderosos.
Fue así que llegó con el nuevo burro a su casa. Como ya era de noche, lo dejó en el establo y se fue a dormir, feliz del negocio que habia hecho, solo le dolia un poco abandonar al viejo burro que tanto lo habia ayudado, pero bueno el no podia ya darme mas que eso y necesitamos seguir progresando se dijo y pensó, además el señor Mangueto fue tan considerado y generoso que no podia decir que no a su oferta, finalmente se durmío tranquilo.
Al otro dia muy temprano como de costumbre, el hombre se levantó y fue hasta el establo, se sorprendio al encontrar la puerta rota como si alguien la hubiera golpeado, el golpe habia sido desde adentro por lo que no podia ser otro que el burro, que además no estaba en el lugar. El hombre salió asustado y comenzó a buscarlo, no tardo mucho en encontrarlo, el animal estaba en el granero cuya puerta tambien había roto de una patada y ahora comia avidamente el grano almacenado.
El hombre se enfureció lo tomó de la soga que tenia al cuello y le dijo. ¡ - Maldito, ahora tendrás que pagar el daño que has hecho y lo que has comido, vas a trabajar todo el dia.!
Preparó el animal para que sacara agua del pozo, pero este lejos de mover la pesada noria solo se echó mientras desde el suelo comia algunas hierbas que crecian junto al pozo.
Vanos fueron los intentos del campesino para hacerlo trabajar, ni en la noria, ni en el arado el animal respondia y en mas de una ocasión aprovecho para comer el grano y los cultivos de la huerta.
El hombre estaba desesperado, llamó a su esposa e hijos y entre todos empezaron a azotar al animal para que haga lo que tenia que hacer. Este respondio con furia, reprimiendo las exigencias de la familia con una rafaga de patadas, que casi mata a mas de uno de ellos..
- Este animal es un demonio, maldito - dijo el hombre. - El Señor Mangueto me ha engañado, se lo voy a devolver, quiero mi viejo burro de noria ya veremos como le obligamos a que haga otros trabajos pero este burro solo quiere beneficios y nada de esfuerzos que se lo quede el señor Mangueto.
Llegaron al pueblo el campesino, su familia y el burro represor, pero el señor mangueto se hizo negar y no lo dejaron acercarse a la casa.
-Dice el señor que ese es su burro y que usted lo vino a buscar, ahora no se queje, además el viejo animal fue al matadero.
En ese momento llego al lugar otra familia que les dijo
A nososotros tambien nos engaño con ese burro mañoso, pero pudimos rescatar el nuestro, vayamos al frigorifico, tal vez estemos a tiempo, ellos aceptaran el cambio este burro es mas joven y tiene mejor carne.
Asi fue como la familia recuperó su viejo burro.
Empujando entre todos y con la ayuda de varios vecinos engañados por Mangueto, solidarios en la bronca contra el dueño del diario del pueblo, lograron que el viejo burro tirará del arado y ayudara al hombre en las tareas, además de sacar agua todos los dias. La familia con mucho esfuerzo, junto al burro y a los vecinos, pudo pagar sus deudas y seguir progresando despacio, con esfuerzo y con sacrificio, como lo hace la gente honesta y de trabajo.
El señor Manguetto quedo mascullando su bronca y ya no engaña a nadie en el pueblo y colorin colorado este cuento ha terminado. ( tal vez no, estemos atentos)
MORALEJA
Aunque el de ahora es mañoso vueltero y no hace muchas de las cosas que tendria que hacer por nosotros estemos atentos en octubre del 2011 nos van a querer meter el burro de mangueto y corremos el riesgo de perder todo lo que conseguimos hasta el agua del pozo
