Soja entre el asado y el genocidio
Muchas veces la realidad tiene un hilo conductor de difícil apreciación para el observador no entrenado, no alcanza el compromiso del ciudadano con el mundo que lo circunda, para deshilachar el nudo inescrutable de lo que sucede a su alrededor.
La relacion intangible del precio de la carne en Liniers, y la situación de los pueblos Qom en Formosa, son ejemplo de esa realidad intrincada.
La economia Argentina se encuentra prisionera de un monstruo engendrado dentro mismo del estado Nacional y de los estados Provinciales y del cual ahora no hay forma de ponerse a salvo.
Este engendro tiene un nombre cientifico escrito en Latin Glicine Max pero en la tertulia diaria lo llamamos Soja.
El cultivo de la soja comenzo a expandirse en nuestro país alla por inicios de la decada del 80, venia atado a un paquete tecnológico que en su momento fue “vendido” como un conjunto de productos y practicas revolucionarias, que tenían como objetivos inmediatos la preservacion del suelo, el aumento de los rendimientos y un tercer elemento que en aquel contexto no fue vislumbrado como un problema y que hoy acarrea las consecuencias sociales y humanas mas graves, la extensión de la frontera agricola del pais.
Un poco de historia
La República Argentina siempre fue reconocida, fundamentalmente en el continente Europeo, por la calidad de sus carnes vacunas. Se acuño una frase sin sosten técnico, pero irrefutable, adjudicarle al pais “ Grandes ventajas comparativas” para la produccion de carnes vacunas de primera calidad, según el gusto de los exigentes mercados del viejo continente tan ricos y glamorosos.
A riesgo de resultar extenso, seria interesante una breve apostilla técnica en cuanto a los tipos de carnes.
Si tenemos en cuenta que las cortes mas apreciados por el habitante del viejo continente son los musculos desarrollados del animal, tales como el lomo, el cuadril o la nalga pero fundamentalmente los dos primeros, encontramos la explicación de porque eran tan requeridas las carnes argentinas.
Dos formas tiene la vaca de acumular grasa en sus tejidos, una es la que se llama grasa intersticial, se deposita entre las fibras que conforman esos músculos, la otra forma es en capas que se encuentran ubicadas entre los musculos. Estas ultimas son las tipicas capas de grasas que vemos en la carniceria, que el carnicero puede sacar del corte a nuestro pedido, con un simple pasar de su cuchilla. La otra, la que esta ubicada entre las fibras musculares es imposible de erradicar por grande que sea la habilidad del carnicero.
Cuando las vacas se criaban a la criolla, caminando los extensos potreros de los campos argentinos, generaban un proceso que le daba a estas carnes la calidad incomparable, esa grasa no deseada por el consumidor exquisito de alto nivel adquisitivo desaparecía por el trajinar diario del animal, el ejercicio diario de caminar kilometros por dia, engordado en potreros enormes de muchas hectáreas de extensión y con poca cantidad de animales, hacia que se quemaran esas grasas hacia adentro del musculo y el corte aparecia perfecto sin incrustaciones, es lo que se conoce como carnes magras.
Esto se podia hacer porque la tierra, era abundante y por lo tanto relativamente barata.
Aclarado el punto de que la supuesta ventaja comparativa de los campos argentinos estribaba fundamentalmente en la extensión de los mismos es decir en la abundancia de uno de los insumos del proceso productivo, la tierra.
En ese marco, los productores establecian sistemas de manejo, que lograban mantener en el tiempo la calidad de los campos para la produccion mixta de granos y carnes. Se destinaban potreros a la produccion ganadera, que según el modelo de rotacion, podian estar dos años a cuatro destinados al engorde o cria de ganado. Este lapso de tiempo, le permitia al suelo del potrero en cuestion, recuperar naturalmente sus condiciones fisicas y quimicas para la produccion de granos siempre mas exigente para el suelo.
Este equilibrio natural, que se buscaba con las rotaciones ponia a la ganaderia como una actividad de importancia similar a la agricultura, aunque por lo general menos rentable. Otorgaba tambien equilibrio económico, ya que el mercado de ganado estaba abastecido en forma eficiente, por la obligación de cumplir el circuito de rotacion en los campos y de hecho esto ayudaba al equilibrio en los precios, aunque por supuesto nunca faltaron ocasiones donde este equilibrio se rompia y se generaban ciclos desfavorables que exigian la intervención del estado para su correccion.
Aparece el monstruo
Una consecuencia de la aparicion del cultivo de soja es el cambio del modelo de producción ganadera en el el pais.
La bateria de herramientas tecnológicas que acompañan al porotito famoso han reemplazado, al menos en las especulaciones, las bondades de la rotacion. Labranza minima, fertilizantes amoniacales, glifosato, etc. Van reemplazando la actividad mixta, e imponen la agricultura intensiva, con mas “ganancia”, atención a esta palabrita que es tan importante como la palabra “soja” en toda esta historia.
En este nuevo escenario la ganaderia, es decir la produccion de la carne que todos consumimos, comienza a ser modificada en dos sentidos.
Primero aparecen las formas de produccion a galpón, lo que se llama slot, un ternero en un corralito como si fuera un conejo, al cual se le da alimento balanceado con agregados de granos y paja, de acuerdo a criterios técnicos que buscan siempre la maximización de las ganancias, por lo que la carne empieza a perder esa caracteristica exclusiva de no tener grasa acumulada hacia adentro del musculo, es decir decae la calidad de la carne, que siempre termina en el mercado local, porque el mercado externo es intransigente en los parametros de calidad exigidos.
La otra práctica, es desplazar la ganaderia hacia zonas marginales, con aparicion de razas nuevas llamadas indicas como por ejemplo la Cebú, de todos modos una porcion de la produccion se sigue haciendo al viejo estilo, es la que sera enviada a los mercados europeos, los precios internacionales permiten todavía mantener esos mercados. Pero hay una complicacion, como el mercado de carnes es transparente, el precio del kilo vivo esta relacionado con la cantidad de cabezas que entran a Liniers, que es el mercado de referencia. Si la cantidad de cabezas sube, el precio baja, por eso es que en los utimos tres años han desaparecido casi once millones de cabezas de ganado de los campos, es necesario para el productor bajar la cantidad de cabezas que ingresan cada dia al mercado.
Cuando alguien se pregunta indignado, ¿como puede ser que el kilo vivo en Liniers cueste dos dolares,? la respuesta es, no puede valer menos, porque en este contexto, un precio mas bajo, otra vez llevaria a mas productores a pasarse a la soja.
Si tenemos en cuenta que no es facil recuperar cabezas de ganado perdidas del stock, esta claro que estamos ante una situación muy grave, frente a la cual el gobierno no parece tener respuesta, porque tambien se encuentra atrapado en la inmensa montaña de dólares que la soja le provee todos los meses. El intento esteril y costoso de la 125, un despropósito en su origen aunque no en su intencion, le costo demasiado en el terreno politico, pero pocos de un lado y del otro se animan a decir la verdad. Si la 125 se hubiera aprobado, hoy los sojeros estarian pagando menos retenciones que las que pagan. Esto demuestra la inutilidad de la vision recaudadora como unica herramienta de planificacion politica de la actividad economica mas importante del pais.
En la otra cara de la moneda de esta historia el genocidio recrudecido contra los pueblos originarios tiene los mismos origenes que el aumento del precio de la carne. La “soja”.
La extensión de la frontera agricola, particularmente del cultivo de soja, montada sobre la aparicion de nuevos cultivares, capaces de crecer y producir en terrenos cada vez menos aptos, llevan a la aventura de ocupar territorios hasta hoy prácticamente virgenes.
Cultivares que pueden desarrollarse en condiciones de salinidad, bajo inundación casi permanente, en largas sequias, en suelos antiguos y debiles como los de los bosques autoctonos etc. Terminan llevando la soja al ultimo confin del territorio nacional.
En esa expansion se encuentran con un escollo, que para el poderio del terrateniente es una nimiedad. Los antiguos dueños de la tierra, los historicamente postergados, aquellos a los que se les niega la preexistencia de sus Naciones, de sus leyes, de sus derechos. Son los Wichis, los Qom, los Aymara y todas y cada una de las etnias que desde siempre han vivido en lo profundo de esas tierras, hasta hoy “improductivas“ al hombre blanco, que ahora son perseguidos como animales salvajes, porque el poderoso ha encontrado la forma de arrancarle a su tierra, lo que tiene metido en sus entrañas, como lo viene haciendo desde hace 500 años y si para eso tiene que exterminar definitivamente a quienes alli viven, lo haran sin pudor alguno.
Esto no se soluciona con un punto mas, o un punto menos de retenciones. El gobierno nacional deberia saberlo, pero parece preferir ignorarlo, su silencio al dia de hoy, con respecto a lo sucedido en Formosa, muestra que en el mejor de los casos carece de una estrategia politica al respecto, o como en su demostrada empatía con las empresas mineras, tiene estrategias que estan lejos de su discurso publico.
Mientras tanto usted y yo señor lector, cuando paguemos 50 $ el kilo de nalga, podemos quejarnos, pero pensemos que por la misma causa hay hermanos de esta tierra que estan siendo exterminados.
Mas informacion http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-157879-2010-12-01.html
